jueves, 25 de noviembre de 2010

¡Qué lejos!

(24 de noviembre)

Me cuesta dormirme hoy. Hurgo en los por qué, si fue un día más que indo de acomodo, día de cierre de un ciclo, día de dar lugar a otro. Se asoman dos motivos:
Pasé horas y horas acomodando, clasificando, ordenando, tirando... ¡y todavía no termino! Tengo muchas cosas. ¿Por qué? ¿En qué momento me apegué tanto a las coas? ¡Qué lejos está el Dios de la interperie-Belén!
La segunda tiene que ver con un timbre que sonó.
-¿Está NN?
-No. Se fue al cine.
-¿Y NN2?
-Tampoco. Fue con NN
-Ah. Quería pedirle algo para comer y agua.
La distancia entre hambre y cine irriga por horas mi corazón.
Les preparo, les llevo y me voy diciendo:
-Estoy arreglando unas cosas. Dejen ahí las cosas y después las busco.
Me voy al taller donde estaba sin quedarme un rato con ellos ¡Qué lejos estoy de un Dios buen samaritano!

No hay comentarios: