domingo, 21 de noviembre de 2010

Certezas

La jodía la vida sin avisar demasiado a fecha. Clara se levantaba y a la carga salía la jodida vida con otro dolor. Ella había parido la muerte, el abandono, la falta de trabajo y una enumerada libreta de dolores sellada con su piel, que hacían temblar su frágil vida.
Cuando me contó de lo último enseguida dije:
-La puta ¡otra cosa más! ¿Por qué no me pasa algo a mi en vez de a mis amigos?
Y sin dejarme continuar Clara dijo:
-No, amigo. Me siento en enorme paz. Pasamos muchas cosas ya. Y ese Dios que siempre estuvo nunca nos abandonará.

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