domingo, 7 de noviembre de 2010

Descansa sólo en el Amado, vida mía


(2 de noviembre)

Vengo llegando a ejercicios espirituales. La ruptura con mi habitual corte del ritmo de vida diario a mitad del año hace que venga tan cansado.
Esperé con mucha ansia estos días, para ordenar sentires, amares y rezares. Serán seguramente días para releer el gran cariño de Diso en mi vida y en la historia de muchos que abrazan la mía. Tras los pasos que fui dando antes de salir me preguntan cómo voy a hacer tanto tiempo sin conexión. Estar tanto tiempo conectado-disponible, ha sido simultáneamente mi alegría y mi cansancio. Responder a todos, responder todo, no negar la palabra a nadie.
Hoy no me cuesta esta pausa y añoro esta desconexión semanal. Sólo con Dios quiero estar conectado. Descansa sólo en el Amado, vida mía. Él será la palabra que no sabés decir tantas veces, Él será la respuesta a tu búsqueda cotidiana.

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