martes, 30 de noviembre de 2010

Ellxs parecen más libres

Tras años de pelo bien corto me dejé crecer los rulos sin saber hasta cuando. La falta de costumbre me amaga a menudo por el calor y por cierto dejo de prolijidad vendido por una historia escolar de “que no toque el cuello de la camisa”
Mientras va creciendo recuerdo mucho la historia de ese que, en tiempos de terroristas norteamericanos discrursos antiterroristas ofrecidos a la carta a todo el mundo, comenzó a dejarse un estilo “musulmán” de esos que se ven en CNN y entretanto iba anotando lo que la gente decía. Hasta entonces nadie lo había visto como “peligroso”, pero su nuevo corte y estilo le hizo escuchar sobre sí “terrorista” “musulmán” y “¿documento señor?”, entre otros.
Yo no fui tan cuidadoso en anotar, pero ciertos rincones dicen todo el tiempo:
-Un desastre en la cabeza.
-Improlijo.
-Sólo te falta el porro
-Uh. Armate las rastas y armate uno.
Pero PelaDo, amigo de Clara y al parecer tan libre como ella, que no es pelado, tiene rastas, anda en bici y alpargatas dice:
-¿Vos sos Pali? ¡Qué buena onda ese peinado!
-¿Peinado?
-Bueno. Esos rulos en tu cabeza.
Reimos juntos al conocernos. Mi sonrisa, mi alegría, le dice al corazón: hay peinados, hay estilos de vestirse y modos de tratarse que te dialogan con algunxs chicxs que el “corte prolijo” olvida y excluye. ¡Ellxs parecen más libres!

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