Santi mueve y remueve pero no encuentra. Le pidieron que busque los grandes signos de Dios en su vida, un conjunto de apariciones que le den certeza de un Dios presente, de un llamado luminoso y claro.
Cuando los minisignos quieren contarse, los calla por pequeños.
-Tiene que haber algo, un resplandor, un empujón o un signo rebozante, que me haya traído hasta aquí.
repaso el manual de recetas y mi colección de biografías de amantes de este mundo. No sé qué decir a Santi y sigo buscando.
Lo leo derecho, lo leo al revés.
No encuentro nada.
No hay nadie.
No le pasó a nadie.
Los resplandores no llegan a los héroes ni a las heroínas. Sólo pequeñeces, pequeñas piezas unidas como rompecabezas. Juntas, sólo juntas, son la gran luz.
recortes de intimidad, pinceladas de extimidad, rejuntes de asombros, secretos a voces y sueños inconclusos entre días de amor y de color.
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viernes, 29 de julio de 2011
miércoles, 6 de julio de 2011
Rompecabezas en la noche
Clara trajo el regalo que su piel le había confesado: un rompecabezas de recuerdos y amores.
Como rompecabezas, los recuerdos de los amigxs queridxs que hoy están lejos, se asoman mientras el día transcurre.
Santi no puede intuir cuando vendrá cada pieza: llegan unas en la bici, otras en la capilla, o entremezcladas entre libros de estudio y filas de espera.
Llegan, pasan y esperan la noche. Santi, a la noche, abre la cajita de las piezas-amigxs que pasaron de visita y arma el rompecabezas de amigxs idos y de amores nacidos.
Cuando faltan piezas las trae a la memoria antes de dormir. Santi sabe que nadie puede y nadie debe faltar en los sueños, porque amores olvidados son pesadillas en la noche.
La noche trae a todxs y lxs funde en el abrazo. Allí, entre mate y mate, cada noche recrean al Amado.
Como rompecabezas, los recuerdos de los amigxs queridxs que hoy están lejos, se asoman mientras el día transcurre.
Santi no puede intuir cuando vendrá cada pieza: llegan unas en la bici, otras en la capilla, o entremezcladas entre libros de estudio y filas de espera.
Llegan, pasan y esperan la noche. Santi, a la noche, abre la cajita de las piezas-amigxs que pasaron de visita y arma el rompecabezas de amigxs idos y de amores nacidos.
Cuando faltan piezas las trae a la memoria antes de dormir. Santi sabe que nadie puede y nadie debe faltar en los sueños, porque amores olvidados son pesadillas en la noche.
La noche trae a todxs y lxs funde en el abrazo. Allí, entre mate y mate, cada noche recrean al Amado.
domingo, 7 de noviembre de 2010
Descansa sólo en el Amado, vida mía
(2 de noviembre)
Vengo llegando a ejercicios espirituales. La ruptura con mi habitual corte del ritmo de vida diario a mitad del año hace que venga tan cansado.
Esperé con mucha ansia estos días, para ordenar sentires, amares y rezares. Serán seguramente días para releer el gran cariño de Diso en mi vida y en la historia de muchos que abrazan la mía. Tras los pasos que fui dando antes de salir me preguntan cómo voy a hacer tanto tiempo sin conexión. Estar tanto tiempo conectado-disponible, ha sido simultáneamente mi alegría y mi cansancio. Responder a todos, responder todo, no negar la palabra a nadie.
Hoy no me cuesta esta pausa y añoro esta desconexión semanal. Sólo con Dios quiero estar conectado. Descansa sólo en el Amado, vida mía. Él será la palabra que no sabés decir tantas veces, Él será la respuesta a tu búsqueda cotidiana.
lunes, 18 de octubre de 2010
"Veisme aquí mi dulce amor, amor dulce, veisme aquí"
Hace un par de días quería sentarme a escribir pero el silencio no llegaba. Y al rincón quedaba Dios, o al rincón quedaba yo... sin saber si ese que tenía abandonada la escritura estaba siendo vida o sobreviviendo para no dar tregua a la muerte. No sabía porque no sabía de silencio.
Pero el festejo de Teresa de Ávila me reavivó a retomar una oración que por años recé, especialmente cuando era posnovicio y estudiaba filosofía sin encontrar mucho sentido ni mucha paz.
Un día me enconré con esas palabras y quedé contemplándolas durante meses, en el deseo de atender a los caminos de Dios dentro del estudio de la filosofía. Y estos días volví, releyéndola, abrazándola y uniéndola a ese tan humanodivino Evangelio de hoy, ese, donde una viejita insistente, hartante y perseguidora se ocupa de ser escuchada, aunque más no sea, para que deje de molestar.
Con el corazón cantando, y con la hermana duda que me alienta y me renueva, siento cada vez más ganas de ser salesiano, de ser consagrado, de ser misionero y de ser hermano. Con esas ganas hechas ofrenda me asomo al Amado... Él, por insistencia o para que no lo harte me mostrará el camino del Amor... y por la misma causa... conducirá por verdes praderas a todos aquellos, a todas aquellas amigohermanxs del andar por quienes le insisto diariamente.
"Veisme aquí mi dulce amor,
amor dulce, veisme aquí,
qué mandais hacer de mi?
Veis aquí mi corazón.
(Sta. Teresa)
Pero el festejo de Teresa de Ávila me reavivó a retomar una oración que por años recé, especialmente cuando era posnovicio y estudiaba filosofía sin encontrar mucho sentido ni mucha paz.
Un día me enconré con esas palabras y quedé contemplándolas durante meses, en el deseo de atender a los caminos de Dios dentro del estudio de la filosofía. Y estos días volví, releyéndola, abrazándola y uniéndola a ese tan humanodivino Evangelio de hoy, ese, donde una viejita insistente, hartante y perseguidora se ocupa de ser escuchada, aunque más no sea, para que deje de molestar.
Con el corazón cantando, y con la hermana duda que me alienta y me renueva, siento cada vez más ganas de ser salesiano, de ser consagrado, de ser misionero y de ser hermano. Con esas ganas hechas ofrenda me asomo al Amado... Él, por insistencia o para que no lo harte me mostrará el camino del Amor... y por la misma causa... conducirá por verdes praderas a todos aquellos, a todas aquellas amigohermanxs del andar por quienes le insisto diariamente.
"Veisme aquí mi dulce amor,
amor dulce, veisme aquí,
qué mandais hacer de mi?
Veis aquí mi corazón.
(Sta. Teresa)
lunes, 27 de septiembre de 2010
¡Muéstrales!
El Amado de momentos me desconcierta tanto como cuanto me sorprende. En el cotidiano encuentro con jóvenes, las ganas que ellos tienen de entregarse plenamente a su Voluntad generan en mi enorme admiración.
¡Desearía tener y haber tenido tantas ganas de amar como la de ellos! ¡Quisiera tener un poquito de su ternura y su pasión por el Amor!
Y, sin embargo, a veces las enormes ganas no encuentran los caminos para la entrega. Dicen que sólo entregarse quieren... y lo sé.
Pero el Amado no se muestra del todo y ahí los tiene... sin saber qué pasos dar. Y ahí me tiene, sin saber cómo acompañar.
¡Desearía tener y haber tenido tantas ganas de amar como la de ellos! ¡Quisiera tener un poquito de su ternura y su pasión por el Amor!
Y, sin embargo, a veces las enormes ganas no encuentran los caminos para la entrega. Dicen que sólo entregarse quieren... y lo sé.
Pero el Amado no se muestra del todo y ahí los tiene... sin saber qué pasos dar. Y ahí me tiene, sin saber cómo acompañar.
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