lunes, 19 de abril de 2010

"En la alegría de ustedes, distinguí mis promesas"


La presencia cercana de cientos de amigos y amigas despunta una nueva aurora tras la noche. En estos días me alimenta el entramado que nos une a quienes compartimos una causa tan grande como la de Juli, aunque muchos la vivamos con menor pasión y entrega que ella.
Las vías que expresan contacto en ese entramado fueron innumerables, como incontables las edades y las relaciones... los grandes, los chicos, las y los jóvenes, los muy amigos del hoy, los muy amigos del ayer, los conocidos y los hasta casi desconocidos.
“En la alegría de ustedes, distinguí mis promesas”, promesas de vida, promesas de amor, promesas de llevar a Juli entre la sangre, alimentando el corazón, oxigenando los sueños y las búsquedas.
El frágil hilo del que la vida pende se cortó... una vez más... y el desgarrado corazón se pregunta quién es, en la ausencia de ese latido amado. Pero en ustedes, la canción de Silvio continúa: “En la alegría de ustedes, distinguí mis promesas... y todo me parece que empieza”

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