martes, 5 de abril de 2011

La maceta de la menta

Días atrás comencé la experiencia cariñosa de cuidar unas plantas. Lo que suena algo habitual, en mi vida todavía no había tenido lugar, más que de manera esporádica.
La menta me tiene rezando el crecimiento de la vida. Las macetitas ya no aguantan las ganas de expandirse de quien reclama transplante. Solas no pueden y todos los días me miran con ojitos de "hoy te necesito". Les devuelvo la mirada y les cuento de varixs amigxs que me transplantaron. Son muchos, les cuento, los que con sus caricias y pensamientos, me trasladaron a otra maceta y allí me dieron vida nueva. Esas veces, la puerta se abrió para que el corazón salga al encuentro de su ansiedad por expandirse.

2 comentarios:

Nathalie D. Rodriguez dijo...

que belleza de texto Agus.. gracias por compartirlo!

Anónimo dijo...

hola palis!!!1 que lindo lo que escribiste!!!! la verdad que a vecs a uno se le pasa las persona que ayudan a volver a tener "vida nueva"!!!! gracias por el compartir!!! un abrazo