martes, 17 de julio de 2012

Los sueños paridos

Tras el motín, los acallados sueños se empiezan a soñar y los olvidados esperan resurrección para ser el sueño más soñado. Clara desempolva la cajita de sueños y volviendo a la niñez los zamarrea como a su viejo sonajero. La cajita-sonajero va dando las notas con que los sueños quieren ser soñados. Clara marca el ritmo y lo acompasa a su corazón.
Adentro de la cajita los sueños van y vienen:
Los sueños ansiosos intentan quedarse cerca de la tapa, para ser soñados primeros.
Los sueños remolones no se despegan de la base y, mal que les pese, permanecerán en el olvido.
Tampoco encontrarán oxígeno los sueños aburridos, los sueños prolijos, los sueños que condenan y los sueños que encarcelan.
Los sueños pasionales, en cambio, intentan amarse con otros y reproducirse, para ser soñados cada noche. Los paridos de esos sueños dan la nota, marcan el ritmo y logran que Clara vuelva a cantar y bailar.

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