18 de enero
Viajamos hacia la muerte con algunos silencios bienguardados. De los nuestros, sólo algunos son sabidos por un puñado. Otros morirán en nosotros y con nosotros ¡Nadie preguntará dónde están!
Pero guardamos además un puñado de secretos de otros que nos contaron un rincón de su corazón. Algunos silencios reciben sobrenombres y se vuelven cuento, porque saben que si no salen de algún modo, sufren y ahogan.
Acaricio esos, mis silencios y esos silenciosos secretos de mis hermanxs del andar. Pido a Dios que desde mi mano les llegue su ternura, para que se cuenten con libertad cuando quieran hacerlo... para que se abracen con misterio, cuando quieran callarlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario