miércoles, 17 de marzo de 2010

Comentario almanaque salesiano Marzo 2010

Frase: “Si la educación cuesta mucho dinero la ignorancia cuesta mucho más”

Las miradas entrelazadas hacia la bandera que se esgrime en lo más alto del lugar asoman en Susques (Jujuy) la esperanza de los andares que el día propondrá. Como hace 200 años la esperanza sigue subiendo a lo alto en la presencia de muchos chicos y de muchas chicas que van a la escuela en una especie de abrazo cotidiano a un futuro mejor.
¿qué ardor susurraba al oído de los constructores de la patria, allá por 1810? ¿qué futuro esperan quienes ahí permanecen por unos minutos en la bienvenida a la bandera? ¿qué esperanzas se asoman-emergen detrás de esas ropitas de colores que mañana tras mañana caminan hacia la escuela?
Celebramos como país el bicentenario con mirada de pasado y de futuro. En el pasado, allá en los inicios, Mariano Moreno: “Si deseamos que los pueblos sean libres, observemos religiosamente el sagrado dogma de la igualdad”
En la mirada al futuro, el estirarse de aquellos pequeños y aquellas pequeñas de la foto, y la visión de Paulo Freire: “La opción por el mañana, por una nueva sociedad que, siendo sujeto de sí misma, considerase al hombre y al pueblo sujetos de su historia”1
Pasado y futuro se funden en el presente, en la cotidianidad de los miles de niños y de jóvenes que comparten día a día espacios de educación. El presente sediento de educación agradece y sigue reclamando. Cuando en 1875 los salesianos llegan a Argentina comenzaron a trabajar en el campo que Don Bosco le había enseñado: la educación de la juventud. Podríamos decir que la historia salesiana en Argentina está teñida de espacios educativos. Mucha tiza corrió por los pizarrones, muchos oficios aprendieron chicos y chicas argentinos, pero también muchos grupos juveniles fueron constructores del mañana para los jóvenes.
En torno al bicentenario Argentina agradece el aporte salesiano. En el agradecimiento también reclama: la novedad del siglo, el auge de las comunicaciones sociales, invita a compartir y valorar la profundidad cultural de cada región
¿Cómo la educación puede recrearse haciendo de los niños y jóvenes sujetos de su historia y artífices de la participación democrática? En el bicentenario la alegría de ese “canto de amor que vimos crecer en los hombres y las mujeres que aprenden a leer” (Cfr. Thiago de Mello, 1964)

No hay comentarios: