jueves, 19 de junio de 2014

Regresando al blog

Contar encuentros
Contar soledades
Contar... contar...
Pero contar a la brevedad, intentando que no falte ni una palabra, soñando que quede todo armadito para un lector figurado en mi piel: lector que gusta de leer cortito, quedarse rumiando ese poquito y salir, con esos encuentros, con esas soledades, a caminar.
En eso andaba mi blog hace un tiempo y, tal vez, por esas ventoleras que acontecen, no venía saliendo. Yo esperaba el tiempo fecundo para escribir igual y no. El tiempo no llegaba. Los andares reclamaban ser contados de otro modo. Pero no. No le daba lugar a esos modos porque el cerco autoimpuesto, tercamente, marcaba los límites.
El rótulo fue "tiempo de sequía. Ya volverá el aguacero"
Y así fue. La lluvia no llega siempre igual y si espero la misma caída, intensidad y duración, los andares buscarán otros lares y partirán.
Este año llovió. Llovió mucho. Y no paramos de recordar ese envión para pasar el invierno. Comenzó el nuevo tiempo de sequía en Capilla, pero queda mucho por decir de "ese envión".
Retomo los andares, como salgan. Así, como el río Calabalumba retomó su paso por Capilla en el verano: Llevando lo que encontró, contando lo que viene de caminantes anteriores, soñando... soñando.

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