sábado, 19 de junio de 2010

¡Será siempre la seño!

19 de junio

Los pasos de estos días por la vida vienen confirmando que muy cristiano que digamos no llego a ser. Venía pensando en esto porque el “amen a sus enemigos” en mi vida es casi un imposible, que ni se asoma como posible futuro. Por más que las lea y tercamente las lea, esas pocas palabras de Jesús me vienen resultando muy difíciles en los pocos encontronasos con quienes más me cuesta querer.
Cueste lo que cueste hay gente que ama de tal manera que no improvisa en los momentos de mayor dolor. Liliana, mi maestra de primer grado, la diminuta seño que me hizo conocer el carisma, la que me recibió mientras lloraba por el tamaño de las paredes del mounstruo, acaba de despedir a Mario, su marido, gran amigo de mis viejos, gran hermano de la mesa compartida, gran papá de mi ahijado. A él y a mi ahijado le dispararon horas antes, entre posible robo y nervios de una vida que tiembla. Tras la bala, el viaje de Mario no tiene regreso. Pero la seño que llora lo trae a la vida en medio de la despedida:
-“Les pido que recemos por el chico que disparó. Por su vida, por su mamá, por su futuro... y les pido que recen para que ni yo ni mis hijos sintamos rencor por él”

1 comentario:

anitA* dijo...

"si amamos a los que nos bendicen que merito tenemos entonces..."
es tan difícil entender algunas cosas, otras simplemente quedan vagando en nuestra mente,como el perdón, el rencor, la impotencia, el adiós...ninguna fácil de llevar.
"mi yugo es fácil y ligera mi carga, ven a mi y te haré descansar"..."venid a mi los trabajados y cansados que yo los haré descansar"
abrazos primo!!!