jueves, 6 de noviembre de 2008

...ya no hace tanto frío.

Voy cargando cosas... aunque no necesariamente escritas hoy...

Hoy fue el día de mi cumpleaños. Hace tanto que no escribo que tal vez hasta ande desaceitado... Fue atípica esta jornada. Viví los mensajes (de textos, de abrazos, de mails, de llamadas telefónicas, de oraciones) de amigos de toda la vida y de amigos de los últimos andares como un gran puñado de buenas noticias que a lo largo de los años van entrando en una cajita. De repente el día del cumpleaños esas pequeñeces se van asomando negando el olvido, rechazando quedar al fondo de la caja y diciendo: ¡gracias por la vida compartida! Y las buenas noticias invaden a lo largo de todo el día los momentos de dudas y las historias de miedo a caminar equivocado. Se cruzan sentimientos y aquel siempre ambicioso deseo de estar con todas aquellas buenas noticias que son los amigos, de mantener el vínculo, de revivir el sinnúmero de momentos que nos “hicieron” la alegría. ¡Qué no se vayan... que no nos vayamos! -grita nuestro corazón. Termina el cumpleaños y volvemos todos a la cajita... acurrucados... sin irnos... y chocándonos, rozándonos desde la presencia y desde el recuerdo. ¿En qué estamos? -nos preguntamos. “Estamos en un mundo donde ya no hace tanto frío”.


Terminó el cumple y me puse a recordar la buena noticia que sos... Gracias por estar presente en este día...

No hay comentarios: