miércoles, 19 de octubre de 2011

Resiste la sufrida flor


El granizo marchitó ayer las flores con furia de castigo. Ellas venían embelleciendo rincones, tras la larga sequía que las hacía agonizar.
Ahora todo parecía paz, con la lluvia llegada y el acariciador sol primaveral. Contemplaba las margaritas cada mañana con inmensa alegría.
Poco duró la paz a la flor. Golpeada, lastimada, hoy despertó con sensación de cuerpo cansado, de herida de combate, de dolor inesperado.
Aunque intenta brillar y no puede, las raíces se conservan intactas. En la batalla perdida, difícilmente pierde la guerra quien permanece enraizado en la Madre Tierra, firme en Dios, con el lazo profundo a donde se nutre la vida.

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