jueves, 17 de septiembre de 2009

andares

(sigo cargando cosas viejas en mi blog... más "rejunte de asombros")

Andares

Salí a caminar con Pepe Manzano, como antes salía con papá, con el tío, con otros hermanos. Ayer y hoy la misma fascinación, caminábamos similarmente, caminábamos parecido y, sin embargo… distinto. No pongo el pie en los mismos y exactos lugares que él. Antes y después de cada pisada me doy cuenta que ninguno pisó ni pisará igual.
Así paso mi vida, caminando, asombrándome al darme cuenta en cada instante que nadie podrá vivir el mismo camino que estoy viviendo yo. Y así, en el trascurrir de cada instante, se me llena la vida de ganas de vivirla, con la responsabilidad de que cada pisada que deje de dar no la dará nadie, con la certeza de que cada pisada que dé me permitirá llegar a nuevos paisajes, a nuevas plantas, ríos y quebradas, a nuevas personas, a nuevas historias, a nuevos asombros.
14/07/04

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hay lugares del alma a los que solo se llegan caminando