lunes, 25 de febrero de 2013

El adiós

Clara, la olvidada, hizo el último movimiento de manos para saludar al vagón del fondo, y el tren se fue.
Una cosa es subirse al vagón y tener todo listo: los sueños, los "bártulos" y esas "macanas" que se necesitan para viajar. Otra es soltar amarras. Con la cuerda suelta, cerro el tiempo de pequeñas-grandes muertes que a veces tuvieron abrazo y otras se diluyeron sin más dato que el llanto y la tristeza.
Le digo a Clara lo que canta Pedro:
"Forzaste quizá demasiado los lazos/ pensando que en eso consiste el amor"
Y la pequeña, esperanzada, rompe en llanto, cierra los ojos y dice ¡Adiós!

No hay comentarios: